A CAPA Y ESPADA
Título de la publicación: Con El Corazón En La Mano.
A menudo es complicado poner palabras a lo que una siente, y más sabiendo que serán publicadas.
Siendo honesta debo decir que este es el segundo escrito que he preparado, el primero quedará dentro del cajón hasta nueva revisión: no me satisface. Sí, es publicable y me ha llevado trabajo, habla de un tema importante , pero siento que le falta algo. Lo leía, releía y no entendía qué era. Opté por dejarlo reposar, mirarlo de lejos (como hago con otros escritos y trabajos), y consultarlo con la almohada. Soy de mal dormir y en las noches todo pasa por el juicio implacable de la vigilia.
Fue así como sentí que lo que le faltaba era sencillo: tan sólo un poco más de mí.
Porque para recopilar datos y elaborar un ensayo académico siempre estamos a tiempo . No renuncio, me gusta hacerlo; aunque cierto grado de irreverencia, de rebeldía, le da mi huella personal.
Nace así esta nueva sección, bautizada con unos de mis lemas ( y hasttag a redes) A Capa y Espada , servirá para compartir sobre temas que me mueven a la acción, sobre los que no puedo quedar callada (si lo hago me salen subtítulos) y a los que me dedico profesional y vocacionalmente. Y lo haré Con el Corazón en la Mano , porque siempre habrá una parte de mí en el proceso. En el momento en que deje de ser así, desaparecerá la sección.
Pretendo que nos paseamos por algunos temas y que entramos a saco y sin miramiento en otros. Unos, situaciones graves que vivimos en nuestros días y que NO deberían tener cabida: la violencia de género, el desprecio y abuso hacia la mujer, la explotación sexual y la pornografía que la provoca. Otros, temas en los que tenemos muchas carencias y necesitamos aprender o reaprender: la gestión emocional, las relaciones afectivas y las relaciones tóxicas , el empoderamiento personal y especialmente el de la Mujer.
Aunque pueda no parecerlo , todos ellos tienen un denominador común: la falta de Amor o la búsqueda de él a cualquier precio. Hablaremos.
En el momento histórico que vivimos considero absolutamente necesario que las Mujeres seamos muy conscientes de nuestra situación , y sin intentar engañarnos . Necesitamos observar nuestro entorno y detectar que, aunque se han conseguido mejoras, seguimos viviendo situaciones que nos perjudican y que nos pisan; que no sacan lo mejor de nosotras, que nos hacen pequeñas y que prolongan la sombra del patriarcado ( capítulo en el que entraremos a saco).
Podemos esperar a que los actores sociales, la política o el Sursuncorda vengan a resolvernos los problemas y las injusticias, sin embargo no habrá cambio si no nos implicamos personalmente.
Son muchas las mujeres que se mueven en este sentido y es de justicia compartirlo. Dando la importancia y visibilidad a los gestos diarios que impulsan el cambio es como inspiramos a otros a moverse. La invisibilidad no es sinónimo de humildad.
No puedo vivir esta vida como Mujer y pasar de puntillas por estas situaciones. Siento la necesidad de hacer ruido ( sin pensarlo , es visceral ) .
La necesidad de crecimiento y cambio es para todos y todas. Pretendo, en el mejor de los sentidos, remover conciencias para que despertemos, sepamos quienes somos y en que situación nos encontramos.
He aquí el porqué de esta sección y de la mayoría de lo que hago : ayudar a abrir los ojos , a respetarnos y amarnos ; o al menos tomar conciencia real de la situación en la que nos hallamos.
Quisiera que nos diéramos cuenta que la inacción no hará más que eternizar las diferencias. La acción, por pequeña que parezca, hará mover nuestro entorno tal como lo hace el engranaje del reloj. ¡No hace falta más! No es necesario tener notoriedad pública ni tirar la casa por la ventana, basta con cambiar nosotras mismas, de verdad, y nuestro entorno lo hará también.
Eso sí, aquí no vale lo de "dar gato por liebre", todo cambio conlleva una intención y un compromiso . Podemos decidir quedar dentro de la zona de confort , aquel estado en el que todo nos está bien porque significa no enfrentarnos a lo que no nos realiza, a lo que no nos llena ni nos hace felices. Tal vez tengamos miedo a perder ciertos privilegios o comodidades que hacen de tapadera a nuestra insatisfacción. En la zona de confort, ya lo digo ahora, no hay crecimiento personal ni empoderamiento , aunque será un decisión a respetar. No se puede obligar a nadie a hacer cambios. Sí opino que, con todo el respeto del mundo, se debe hacer ver la situación a fin de tomar conciencia. Punto.
También habrá quien preferirá quedarse como está y quejarse toda la vida. El papel de víctima / culpable da sentido a muchas vidas, desgraciadamente.
En resumen, lo que pretendo exponer es que SIEMPRE tenemos alguna opción, por pequeña que sea, y que depende exclusivamente de nosotros/as mismos/as aventurarnos a decir BASTA y cambiar aquello que nos duele.
EL FEMINISMO NO ES SOLO "COSA DE MUJERES"
Como no puede ser de otra manera, a las puertas de un 8M, debo sumergirme en este tema .
Hablar de Feminismo no está exento de controversia. Está sometido a muchas interpretaciones, algunas (mal) intencionadas con premeditación, nocturnidad, alevosía y un buen puñado más de agravantes de mal gusto. La totalidad de ellas provenientes de la ignorancia y / o de la misoginia.
No será ahora y aquí que les dé pábulo.
Lo que sí haré, es comenzar por aclarar conceptos básicos - casi de Primaria - .
- El Feminismo no significa oposición frontal ni lucha contra el género masculino, antes todo lo contrario . No se sustenta en la prepotencia ni en el odio hacia el hombre, cosa que sí hacen la misoginia y el machismo.
- El correlato léxico de misoginia es androginia : aversión a la mujer / a el hombre.
- El término Hembrismo no está reconocido por la RAE.
- Machismo y feminismo no son las dos caras de la misma moneda,
- Mientras el feminismo es el movimiento que pide para la mujer el reconocimiento de unos derechos tradicionalmente reservados al hombre ; el machismo es la actitud de prepotencia de éste respecto a la mujer. La RAE nos lo deja claro.
Podemos afirmar que : El feminismo es inclusivo. Es más, usando palabras de Clara Campoamor: " el feminismo es humanismo ".
¿Porqué? Pues porque tiene en cuenta las diferentes miradas y necesidades, no sólo las propias de la mujer, sino también la de los niños, mayores y hombres. Desde el punto de vista de la atención y el cuidado, aspectos considerados con muchas carencias, por parte del patriarcado(máxima expresión del machismo). Y digo "considerado con carencias" porque no tiene en cuenta a la Mujer, al niño o a la persona mayor como una persona en sí, sino más bien como una interpretación de lo que el mismo patriarcado considera que es o debería ser.
El patriarcado sustenta un sistema de bienestar rendido a unas necesidades. Es un monstruo que se retro alimenta . Se siendo herido cuando otra cosmovisión le da jaque. Entonces ataca intentando dinamitarla desde dentro: creando controversia, dividiendo, tergiversando. En definitiva, en su línea, vuelve a decirnos lo que tenemos que hacer, lo que está bien o no ... lo que es feminismo y lo que no.
Sin embargo, y muy a su pesar, se le acaba el juego. Deberá entender que la onda del feminismo no viene para batallar como lo hace él (aunque los extremos provocan extremos) sino para hacer las cosas de otro modo .
Ser feminista es vivir la vida desde otra perspectiva. Para muchas mujeres , és el equivalente a cambiar el color de las gafas con las que contemplamos la vida, unas gafas que una vez puestas ya no te puedes quitar( !ni quieres¡ ).
Es más, cuando comienzas a mirar a través de ellas , percibes que llevabas los ojos tapados con una venda(formada desde el nacimiento, la educación y los dictados de la sociedad). Te posicionas y dejas de aceptar situaciones injustas y discriminatorias.
Cuando vivos situaciones que " no te caben ": buscas, te informas , lees .... y te acercas a posiciones con las que te identificas. Te das cuenta de que !eres feminista y no lo sabías! Y todo adquiere un sentido diferente.
Lo más revelador es que no afecta sólo a la mujer, sino que el hombre también puede ser feminista, no es ningún contrasentido. Muchos despiertan, movidos por la visión feminista y viendo lo que sucede a su alrededor , denunciándolo. Con estos hombres , el patriarcado tiene todavía un tratamiento mucho más cruel que con las mujeres.
Ser "machista" hoy en día no es plato de buen gusto, pero la mayoría lo somos inconscientemente. Ni sabemos que lo somos.
Hablando y oyendo hablar mucho sobre machismo , he llegado a la conclusión de que cuanto más rotunda es la negación: encontrarte con alguien que clama a los cuatro vientos "NO SOY MACHISTA", más nos muestra que hay un machismo inconsciente elevado .
Es sinónimo de un "no me interesa” , o de desconocimiento sobre machismo . De estar cómodo dentro una zona de la que valen "ovarios" para salir. La sombra del patriarcado es alargada y castigadora .
Reconocer ser machista es el primer paso para el cambio: un ejercicio de madurez que no todos / as estamos dispuesto / as a afrontar. Significa no profundizar en lo que significa ser machista, y muy a menudo, misógino.
Lo más sangrante es que las mujeres también somos machistas, lo hemos mamado al igual que nuestros hermanos, hijos, amigos, vecinos. Tenemos tan interiorizadas las raíces del patriarcado que pensamos que con cuatro cambios ya basta, que basta ya de hacer ruido.
Pues tenemos que saber que este posicionamiento que mantienen muchas mujeres, es el arma que emplea el patriarcado para dividirnos. El histórico Divide y vencerás , principio político y bélico de la visión patriarcal.
Hace tiempo, haciendo ejercicio de autoconciencia, tuve que reconocer que yo misma mantenía aún sesgos machistas. Un ejercicio de clarividencia, no muy bueno de tragar, pero que me sirve para estar muy atenta a cualquier manifestación , cuestionarla e ir dándole la vuelta.
Os reto a revisar los vuestros esquemas : ¿podeis afirmar que no sois machistas o que no os quedan sesgos machistas?
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Manos a la obra !
LA PESADILLA DE LA VIOLENCIA MACHISTA
Érase una vez una sociedad estructurada sobre el poder del pater familias , heredera de antiguas formas de organización social donde las familias tenían un papel muy importante. Eran toda una Institución. La forma de imponer respeto y autoridad del Pater familias , quien la encabezaba como quien encabeza ahora un partido político o un sindicato, contemplaba la violencia como una manifestación clave. La ejercía tanto hacia el exterior de la familia, sobre quién supusiera amenaza, como en el seno de la misma, imponiendo la autoridad.
Érase una vez otra Institución que veía en la figura de la Mujer la representación de la debilidad y la culpable del pecado original. Una Institución que se dedicó a denigrarla y a despreciar la sabiduría, la conexión con la naturaleza, el hecho de dar vida del que era (y es) característica. Una Iglesia que reverenció la figura de una mujer santa, honesta y moral-bajo sus propios conceptos, como objetivo. Una ideología cristiana que perseguía y castigaba a las mujeres que no cumplían sus requisitos.
Érase una vez un régimen dictatorial más papista que el Papa , que se encargo de aniquilar cualquier mejora conseguida en nombre de la igualdad y que asumió el rol de defensor del nacional catolicismo junto a la misma iglesia catòlica . Un franquismo y unas secciones femeninas que se encargaron de fomentar la sumisión de la mujer en el seno de la familia y del matrimonio , anulándola como persona.
Así fue como la conjunción de elementos históricos, patrísticos e ideológicos fueron conformando como debían ser las relaciones matrimoniales. Como las esposas debían ser sumisas, calladas y serviles . Como las mujeres debían tener el único anhelo de encontrar un marido, contentarle y formar una familia. Se dió carta blanca a domesticar a hijas y esposas con mano dura si fuera necesario, quedando totalmente permitido emplear la violencia.
Érase y es, como el hombre misógino ha sido socialmente amparado a lo largo del tiempo. Como nuestra herencia inconsciente ha permitido, sin levantar demasiada queja, que muchísimas mujeres hayan sufrido violencia, maltrato y asesinato.
Así es como gracias a los movimientos feministas ,las instituciones y las leyes van haciendo avances, tipificando estos hechos, poniéndolos nombre y condenándolos . Aún así sigue siendo insuficiente. A día de hoy seguimos contando con cifras escalofriantes de violencia de género.
Preparando el artículo pretendía aportar datos, porcentajes del número de casos .... cuando se han hecho publicas las noticias de tres nuevas víctimas. Tres mujeres asesinadas, una de ellas embarazada y junto a su hijo pequeño. ... Sabéis qué? Quien necesite cifras que las busque, la mayoría de mujeres que luchamos por nuestros derechos las llevamos escritas en el alma. Quien necesite justificar datos, a estas alturas, demuestra nula sensibilidad hacia la terrible lacra social que padecemos.
Lo más sangrante es que, hoy, muchísimas mujeres se encuentran en situación de vulnerabilidad en sus relaciones, y gracias al legado de nuestra historia misógina pasan desapercibidas. La mayoría de ellas no se atreven a decirlo, o siquiera a reconocerlo.
Revisemos en qué estado se encuentran nuestras relaciones. Seamos conscientes de que no hace falta el uso de violencia física para que una conducta sea tipificada de maltrato, hay muchas otras, y más sutiles: la violencia verbal y la sexual, el menosprecio, la violencia económica, la falta de respeto, la presión y manipulación, la violencia psicológica, el abuso de autoridad y confianza, el aislamiento, el control económico, la intimidación, el acoso ...
No nos engañemos, sucede más cerca de lo que parece y afecta a diferentes perfiles de mujer . Algunas , como tú y como yo, pueden vivirlo y haber entrado en la relación al más puro "estilo convencional" de seducción y relación. Se pueden dejar llevar por una relación de película romántica. Él es el hombre protector, fuerte y encantador. Ella es la mujer conquistada que espera detalles y protección. Él irá invadiendo sus decisiones y su intimidad bajo la apariencia de actos de amor. Ella irá cediendo a sus pretensiones como un acto de amor. Él tiene un elevado sentido de propiedad sobre la mujer y para mantenerlo responderá con violencia. Los primeros signos de maltrato serán vistos como hechos pasajeros y se irán alternando con fases de luna de miel . Él la manipulará afectivamente con el perdón y las promesas y aumentará la victimización . Ella pasará por diferentes estados emocional , el proceso le anulará la personalidad. Pasará del miedo a la incredulidad, de la auto culpabilización a minimizar lo que sucede, incluso lo negará .
No le será sencillo reconocerlo. No nos será sencillo, desde fuera, comprender su proceso.
Desde este espacio os invito a denunciar la normalización de situaciones como la descrita. Detectamos aquellas situaciones en las que hay trazas de maltrato, de un posible caso de violencia de género. Nos romperá el alma saber que no hemos actuado a tiempo, que podíamos haber hecho o tenido algún gesto para cambiar situaciones ya irremediables.
Esto ERA , ES y SERÁ la mochila de lo que llevamos a la espalda, la crónica de un caso más de maltrato que se perpetúa mientras , como sociedad, no mostramos el rechazo que corresponde.
MALAS INFLUENCIAS
Que la formación emocional es indispensable está fuera de toda discusión. Debería ser la puerta de entrada a cualquier sistema educativo que pretenda formar personas y no máquinas de producir.
Hasta aquí, está claro, aunque nos encontramos en pañales todavía.
Pienso que, hasta que las generaciones más jóvenes que han comenzado a tratarlo desde la cuna (y saben distinguir emociones), sean los adultos que marcan las líneas de la educación, no se empezarán a ver cambios sociales importantes en este sentido.
Mientras tanto los adultos deberíamos ir tomando conciencia de que seguiremos con muchos problemas de convivencia ya que no nos conocemos a nosotros/as mismos/as, y pretendemos opinar sobre lo que los demás deberían hacer y pensar.
¿Para qué digo esto ahora? Pues porque para hablar de Educación Afectivo Sexual (EAS, en adelante) es imprescindible hablar primero de emociones y sentimientos. De eso va la columna hoy.
Tengo una noticia alarmante: no hemos avanzado nada en EAS, sino todo lo contrario. Si teníamos una débil base formativa en emociones, afectos y sexualidad; llegó la tecnología a complicarlo más. ¿Qué sabemos de afectos? ¿Y de sexualidad sana? Todas las personas decimos saber, pero nadie nos ha enseñado. Desgraciadamente hemos aprendido de los pocos referentes que hemos tenido: lo que hemos visto en casa, las películas "románticas" y la pornografía. Un panorama desolador que no hace más que perpetuar la toxicidad de las relaciones. Por eso lo de "desgraciadamente".
¿Qué ha hecho la tecnología para agravarlo? Pues ser el altavoz que ayuda a esparcirlo y perpetuarlo (entre otros problemas de los que ya hablaremos).
Hablar de emociones y sentimientos ha sido mal visto desde hace siglos. Era una muestra de debilidad y un síntoma de feminidad. ¡Por tanto, prohibido mostrarlos! De aquí venimos y así lo padecemos.
Dentro toda la historia formativa, llevamos solo dos días hablándolo (como quien dice). Nuestra generación y las anteriores somos analfabetas emocionales. Suerte hemos tenido quienes nos hemos ido trabajando tras los zapatazos, decepciones y sufrimientos que hemos ido enfrentado. Me atrevería a decir que solo los más pequeños y pequeñas se salvan del analfabetismo emocional, ojalá me equivoque. Aún así, según lo que vean en casa, lo tendrán también complicado.
Si no hemos hablado nunca en casa de sentimientos difícilmente lo haremos de sexualidad. Cuidado, me refiero a HABLAR DE VERDAD, y no a alardear o solo alertar de los peligros. Cómo podemos hablar con nuestros hijos e hijas si apenas hablamos con nuestra pareja, o si ni siquiera lo reflexionamos personalmente. Hemos dado por válido lo que nos han dicho, lo que hemos visto en la vida misma o en los medios. Como resultado hemos sufrido, sufrimos y sufriremos.
Llegamos al asunto central del artículo: si juntamos lo que sabemos, el hecho de que no hablamos y la aparición de internet con las redes sociales, nos da como resultado una bomba de relojería.
¿Sabéis que 7 de cada 10 menores de once años ven pornografía habitualmente? ¿Que el primer contacto se da cuando obtienen el primer teléfono móvil (también coincidiendo con la Primera Comunión)? Así nos encontramos con jóvenes que no tienen la más mínima idea de lo que es una relación afectiva sana. Adolescentes que usan las redes para informarse sobre sexo y afectos sin tener espíritu crítico suficiente para reconocer los peligros. Falta absoluta de referentes positivos. Familias que silencian el tema tal como lo vieron silenciar en su día. Una maquinaria depredadora que busca clientes, víctimas inocentes: la pornografía. Demasiado facilidad para acceder a contenidos duros y crueles. Falsas muestras de lo que es una relación. Falsa percepción de lo que es la sexualidad. ¡Demasiado de todo!
Así se acostumbran a ver situaciones extremas y a normalizarlas: violencia, agresiones sexuales, malos tratos .... produciendo en ellos la desconexión empática: no conectan con lo que está sintiendo la otra parte, con quien sufre. Como muestra simple, el caso reciente de un Influencer (un chico que se cree importante por tener muchos seguidores en redes) que alardea públicamente de abusar sexualmente de las chicas con quienes ha mantenido relación. Ser altavoz público de estos comportamientos merece una dura penalización. El daño que está haciendo dentro de su círculo no tiene medida: da pie a copiar el comportamiento por afinidad y simpatía; pone en peligro a nuevas víctimas.
Como ya comenté en un artículo anterior, el machismo patriarcal se tapa y perdona con un acuerdo tácito, llamado pacto entre caballeros. ¿Como puede juzgar estos hechos alguien que no los ve como delito? Veremos como acaba.
Es lógico, a la vez que repugnante, que los abusos, las vejaciones, el maltrato y las "manadas" es normalicen. Lo ven a diario y a la carta, en un solo clic.
Creedme cuando he dicho que no hemos avanzado en la EAS, sino que estamos empeorando. No lo digo sólo yo, sino los estudios que los expertos hacen constantemente. Es imprescindible que nos responsabilizamos de nuestros actos y del ejemplo que damos.
PROSTITUCIÓN. Primeras pinceladas.
El 23 de septiembre se celebró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. Si ya les parece, a quienes no razonan en exceso, que días como el 8M o el 25N no tienen razón de ser, me imagino lo que un día como el 23/09 les puede importar: ABSOLUTAMENTE NADA.
Importa, y MUCHO. Tanto como para dedicarle esta columna y alguna que otra más. Personalmente, me preocupa tanto como para ser activista y colaboradora en la erradicación y lucha, y ayudar (con voluntariado) a las mujeres afectadas.
Somos tan inconscientes de lo que este mundo entraña e implica que vivimos en una ignorancia enfermiza. Ojos que no ven, corazón que no siente.
Si, socialmente, normalizamos que las mujeres seamos tratadas en desigualdad de condiciones respecto a los hombres, que seamos objeto de menosprecio y ninguneo; si también normalizamos el abuso por superioridad física y violación; el maltrato y la violencia de género.... ¿acaso no normalizaremos la prostitución y la trata de personas con fines de explotación sexual?
Pretendo, con el artículo de hoy, realizar un acercamiento a esta realidad. Mostrar que se trata de una lacra mucho más grave de lo que pensamos y que veamos hasta dónde nos afecta.
Yo misma, como muchas otras personas, abrigué durante mucho tiempo la creencia de que quien se dedica a la prostitución lo hace porque quiere. Solo en algunos casos entendía que fuese la única opción de vida: mujeres enganchadas a las drogas o al alcohol, sin trabajo ni medios, que no tenían otra forma de lidiar con su toxicomanía. Punto. No profundizaba más y con ello me conformaba. Lo que realmente sucedía era que me horrorizaba prestarle atención, por lo que intuía de trasfondo.
Cuando me enfrenté a la gran mentira y al negocio millonario oculto tras ella, se me encogió el alma. Escuchar argumentos, por parte de profesionales en la lucha en contra, fue esclarecedor. Oír el testimonio desgarrador de mujeres que han logrado escapar, y luchan por ayudar a aquellas que todavía no han podido, abrumador. Ya no tenía vuelta atrás.
Por si se piensa que se trata de un tema lejano, recurriré a las cifras publicadas en el Pla Autonòmic(TDNES)*, publicado por IBdona y que recoge datos de 2016:
España es el primer país consumidor de prostitución de la Unión Europea.
España es uno de los 10 primeros países de turismo sexual del mundo.
El turismo sexual representa (aproximadamente) el 10% del turismo mundial.
Uno de los principales destinos de oferta de prostitución son las Islas Baleares.
En las islas, el negocio de la prostitución mueve más de 50 millones de euros al año.
En casa, Illes Baleares, más de 100.000 hombres pagan CADA AÑO por consumir sexo.
Tras leer estos datos no podemos seguir pensando que se trata de un tema lejano, ajeno a nuestra vida cotidiana. Para muestra un botón: según la ONU, el 39% de los hombres españoles ha pagado por sexo. Si (casi) 4 de cada 10 hombres pagan por tener relaciones sexuales, resulta que tenemos a un putero más cerca de lo que imaginamos.
¿Dije "putero"?? ¡Sí! Seguramente alguien se escandalice al leerlo. Llamemos a las cosas por su nombre. Si hay mujeres que se prostituyen es porque hay puteros. Dejemos de culparlas por lo que se ven obligadas a hacer y enfoquémonos en quien, bajo uno u otro pretexto, usa sus cuerpos y sus almas como si de “carne al peso” se tratara.
El 90% de las mujeres en situación de prostitución (hablo de mujeres porque ELLAS son mayoría) son extranjeras y muchas de ellas han llegado como víctimas de redes de explotación. Entre ellas también hay niñas.
Lo más común cuando se habla en público del problema de la prostitución y de lo que significa social y humanamente, es acabar escuchando argumentos populares y simplistas que justifican su existencia o desprecian a quienes la ejercen: “lo hacen porque quieren"; si no quieren prostituirse que se dediquen a limpiar escaleras", o "hacen un trabajo necesario para los hombres, de lo contrario habría más mujeres violadas y maltratadas"…entre otros.
A cada uno de ellos le dedicaremos los siguientes artículos.
Todas y cada una de las mujeres y niñas que han sido engañadas en sus países de origen; las privadas de educación y de oportunidades que les permitan elegir; las abusadas sexualmente desde pequeñas para convertirlas en objeto de prostitución; las que no han tenido el afecto de sus familias y han caído en situaciones de vulnerabilidad; las que siguen ejerciendo bajo amenaza de muerte de hijos/as y familiares en su país de origen; las que tienen a bebés secuestrados por proxenetas y mafias con la intención de explotarlas sexualmente; todas aquellas que por pobreza y falta de oportunidades se ven obligadas a vender sus cuerpos... TODAS merecen una respuesta adecuada.
*Pla Autonòmic per a la lluita contra el tràfic de dones i nines amb fins d’explotació sexual i l’abordatge de la prostitució a les Illes Balears(2019-2020).
SALIR RÁPIDO
No basta una sola columna, ni quinientas, para denunciar y concienciar sobre la violencia machista. Hoy continuaré dándole visibilidad con un título que mucha gente no reconocerá, o eso sería lo deseable. Lo introduciré hablando de las excusas, frases hechas, que muchas personas machistas repiten sin parar, sin reflexionar, como papagayos. Encarémoslas con la realidad.
Reclamar falta de protección sobre los hombres por violencia doméstica . Argumento inválido si no se reconoce primero la barbaridad de la violencia de género que estamos sufriendo, de violencia sobre la mujer. No dudo en ningún momento que existe violencia contra hombres en el ámbito familiar, por supuesto que la hay, pero me parece de una frivolidad extrema argumentarlo en contra de la violencia de género. Se trata de un negacionismo extremo. Veamos, si no se hablase tanto de la VG…¿ los sectores más conservadores alzarían la voz en defensa del hombre maltratado? Tengo serias dudas.
Las elevadas cifras de violencia contra la mujer obligan a alzar la voz y actuar dentro de todos los ámbitos de la sociedad. Quien ponga excusas, tal como dije en el artículo anterior, que se informe sobre los datos reales.
El machismo actúa, también, en contra del hombre que se rebela. Y con más crueldad. Si eres un hombre maltratado dentro casa te colgará el cartel de "calzonazos" o ridiculizará tu masculinidad. No te dejes engañar, el machismo es negacionista , tanto si eres hombre como si eres mujer.
Los datos hablan por sí solos. En lo que llevamos de año, en todo el Estado se han producido 20 víctimas mortales. Veinte mujeres asesinadas por sus parejas o ex-parejas ... sin hablar de víctimas de violencia vicaria. En el último trimestre 2020 se han interpuesto más de 37.000 denuncias por violencia contra la mujer. Durante los primeros 4 meses de 2021 se han realizado 24.564 llamadas al 016 (teléfono de atención para VG) , y hace unos días la Policía local ha hecho públicas las intervenciones hechas en Sóller. Es patético leer comentarios negacionistas en las redes.
Hombre, el día en que te sientas tan acorralado como para decidir no caminar solo de noche, no pasar por lugares donde serás desnudado con la mirada o recibirás comentarios sobre tu físico o tu sexo ; cuando tengas que cambiar de acera sintiendo miedo por tu libertad sexual , tal vez puedas comprender la gravedad de la situación.
Investigando sobre el tema y los datos, entro en la página gubernamental sobre violencia de género. Página a la que se puede acudir cuando alguien necesita informarse o denunciar ( https://violenciagenero.igualdad.gob.es/ ) y que simplemente aparece escribiendo "violencia de género" en el navegador. Hago clic en la página en cuestión y me encuentro con un mensaje emergente que, a primera vista, no entiendo bien. Me propone como navegar dentro de la misma; me recomienda que lea los PDF sin descargarlos; me advierte que es mejor borrar el historial de navegación después de salir o que directamente navegue en modo oculto, y me alerta sobre el botón "SALIR rápido" que me acompañará durante toda la visita a la web, permaneciendo bien visible y accesible para usarlo en el momento menos esperado. No soy realmente consciente de lo que tengo ante los ojos hasta que no cierro la ventana emergente y salta el botón (rojo como la sangre), SALIR rápido, en el lado derecho superior de la pantalla. Mi tranquilidad, mi seguridad está en este clic que me hará salir de golpe de la página y no dejará pistas. ¿Qué puedo decir? Que me hiela la sangre. Me transporta, al instante, a las visitas a escondidas que recibirá al día. Demasiadas mujeres, aterradas, buscando qué hacer. Si observara lo mismo, dirigido a hombres en peligro por violencia doméstica, me impactaría por igual. Además sentiría una absoluta vergüenza.
Insisto: si los datos y las cifras te patinan ¿puedes llegar a entender mínimamente lo que nos sucede a nivel global por tener que tomar estas medidas?, ¿Podemos ponernos en los zapatos de lo que sentirá una mujer consultando información, pendiente de un botón rojo para sentirse segura?, ¿ Podemos pensar en el miedo que la obliga a borrar el historial y los mensajes de ayuda?, O ¿ en lo que supone entrar a una farmacia a pedir una mascarilla-19?
Otro argumento negacionista es que muchas mujeres mienten sobre las agresiones y denuncias. No pongo en duda que las hay, como tampoco pongo en duda que hay hombres no machistas, feministas. Me vuelvo a remitir a los datos. En el 2020 el número de denuncias falsas fue de 7 entre 168.057, es decir, el 0'0004%. Además, algunas de las víctimas mortales no habían denunciado antes.
La ignorancia intencionada se encarga de confundir los casos de sobreseimiento, y los archivados, con las denuncias falsas. Estas interpretaciones no tienen otro motivo que desvirtuar la realidad de la violencia de género y manipular a la masa crítica.
El patriarcado con su brazo armado, el machismo, no escatima esfuerzos para derribar todo lo que suene a feminismo. La lucha contra la violencia de género, contra la violencia machista, no puede parar. Las cifras y las víctimas obligan.
UNA DE CAMBIO DE PAPELES
¿Alguien ha imaginado cómo sería nuestra vida invirtiendo papeles? Pongamos que de un momento para otro, un hombre ALFA de pies a cabeza, se convierte en mujer . Se han invertido los papeles por un hecho repentino del destino. Este es el argumento que propone y con el que se juega en la película No soy un hombre fácil , de Eléonore Pourriat (2018) .
La encontré por casualidad, y lo que empezó como una historia cómica resultó contener un mensaje que daba mucho que pensar. Aunque no sirve para ver cómo sería un mundo liderado por el feminismo, sí que sirve para ponerse en la piel de la mayoría de mujeres viviendo lo que vivimos en el día a día. La propondría como lección básica de concienciación sobre machismo.
Tengo el morbo de visionar películas de las décadas de los sesenta y los setenta. Es abrumadora la muestra naturalizada de superioridad del hombre sobre la mujer en todas ellas. La mujer es un simple objeto accesorio o decorativo. No sólo eso, sino que las posturas y actitudes con que se muestran ellos dan a entender cuál es el arquetipo de ser humano que se nos ha vendido desde hace mucho tiempo: el hombre blanco, heterosexual, occidental, sano y de clase media-alta. Y digo que es una costumbre morbosa porque estudiar los filmes con este propósito no hace más que confirmarlo una vez tras otra.
Estas constataciones me provocan una mezcla de sensaciones . De la impotencia a la tristeza, de la confusión al agotamiento. Hasta el punto de querer tirar la toalla. No ha sido hasta que he hablado con una amiga cuando me he dado cuenta de lo que sucede.
Maribel y yo compartimos y comentamos historias que leemos a redes. Historias que nos ponen los pelos de punta por el alto contenido de misoginia, por el androcentrismo declarado , por la burla y el ataque ácido . Nos duele que se falte el respeto a todo lo que no responde al modelo androcentrista.
Maribel es una mujer socialmente activa. Aunque posee lo que se consideraría como "todo aquello que hace falta para ser feliz en la vida" (casada, madre de un niño pequeño y con un trabajo) , siente que no ha hecho todavía todo lo que podría hacer, que no ha llegado aún al verdadero meollo del sentido de la vida. Permitidme detener y lanzar la pregunta: ¿alguna mujer más se siente identificada? Pues eso. Sigo. Entre otras actividades (aprovechando el ERTE) comienza a estudiar el ciclo de Promoción para la Igualdad de Género , ya que hace años le llama la atención . Se siente motivada y muy ilusionada .... pero pronto entra en juego aquella voz de la conciencia que fustiga, como a toda mujer "como Dios manda", preguntando por qué no pasa las tardes con su hijo en lugar de ir a clase. Además, se suma el peso de los comentarios del entorno sobre el Ciclo: eso que estudias, ¿qué es ?, ¿para qué sirve ?, no es una profesión, ¿no ?, lo debes hacer como hobbie. Por si fuera poco, la intensidad de las materias que se trabajan, y todo lo que se comparte en el grupo, aportan momentos de introspección con mucha carga emocional. Tanta, que muchas de las alumnas viven, en algún momento, la tentación de abandonar el ciclo. Como explica Maribel, la fuerte vocación y la necesidad social de igualdad hacen que siga adelante con firmeza.
He aquí donde quería llegar. Lo que nos sucede a Maribel, a mí, y a muchísimas otras mujeres (además de a algún hombre) es que vivimos bajo la presión de la violencia simbólica de la ideología predominante, es decir, la patriarcal. Esta violencia tiene un poder mayor a la violencia física y lo que pretende es mantener y reproducir el orden social. Es invisible e insensible por parte de las víctimas. Quien tiene el poder de ejercerla impone una determinada visión del mundo social y crea lo que es la "verdad ".
No nos damos cuenta que nuestras creencias, ideologías, cosmovisiones, instituciones ... han sido creadas por nosotros, y que por lo tanto tenemos el poder de cambiarlas . Creamos una realidad y nos dejamos someter por la misma. Paradójico, verdad? Es el proceso llamado reificación . Así és como se perpetúa la hegemonía. Un ejemplo claro es el de las mujeres misóginas, ya que no perciben este odio como un principio impuesto por la cultura patriarcal.
No menos importante es lo que sucede con los movimientos que salen desde dentro de esta ideología hegemónica -patriarcal , criticándola, para transformarla, y acaban siendo integrados por ésta como si fueran una parte más de la misma cultura. Pasan a ser convertidos en discursos alternativos, tal como pasó con el movimiento hippie, el punk o el ecologismo . Es lo que la ideología patriarcal pretende hacer con el feminismo : relegarla a simple "moda" pasajera.
La consigna es clara : el feminismo no es una moda. Mientras siga habiendo personas que bajan la cabeza, ridiculizan o miran hacia otro lado cuando se habla de igualdad, seguiremos adelante.
El cambio de papeles que propone No soy un hombre fácil ayuda a hacerse una idea. ¿A quien le apetece?